Por Raúl Gorrín. Cuando se habla de innovación podemos avanzar en una distinción entre aquellos que siguen la ruta ya recorrida y otros, que crean rutas nuevas, que no se conforman con conocer los caminos ya trillados, y que se aventuran a generar soluciones en escenarios -por lo general- llenos de incertidumbre y de aventura. La innovación implica crear un camino y el empresario humanista lo vislumbra en el sentido de servir a la gente son su creación. Ejemplos de empresarios humanistas innovadores hay muchos. Cuando se revisa la última literatura sobre este tema salen a relucir historias de personas extraordinarias que nos inspiran a seguir buscando soluciones que nos permitan servir a la gente. Voy a tocar en esta entrada la importancia de entender si somos capaces de detenernos al final de nuestra propia ruta o producir un cambio que nos lleve a un escenario diferente, de mayor bienestar y servicio a nuestros semejantes. Aquellos que no se conforman con lo que hay, pueden generar cambios reales que se proyectan en la sociedad. Los empresarios humanistas están avanzando en la difusión de su enfoque, son los buscadores de nuevos caminos son aventurados y no se basan en el conocimiento preexistente, se han convertido en los creadores de nuevas rutas para servir a la gente. Los empresarios tradicionales se guían por caminos y metodologías ya existentes, se basan en formas ya usadas para hacer su gestión en la misma medida que buscan oportunidades. Por lo general, dan pasos valiosos pero no suelen ser sorprenderse con sus resultados. Ellos saben que se enfrentarán a obstáculos y que deben gestionar el riesgo exitosamente. Por el contrario, los emprendedores humanistas van más allá de la perspectiva tradicional, buscan más, son creadores de su propia trayectoria y evitan las mejores prácticas, normas y derechos de vía existentes. Ellos no necesitan la comodidad de los caminos ya recorridos y no filtran sus visiones a través de los juicios de los demás. Los emprendedores humanistas se deleitan con la incertidumbre y la imprevisibilidad de la creación de soluciones que son sui generis. La apertura mental es clave para su capacidad de llegar a nuevos y mejores enfoques, y en ocasiones causar alteraciones fundamentales a lo que se entiende por el mundo. Necesitamos humanistas, muy a tono con lo que haría que sus vidas y las vidas de sus vecinos más plena y sin restricciones en imaginar cómo utilizar un conjunto de herramientas en constante evolución para entregarlo.
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Raúl GorrínBienvenidos a mi blog. En este espacio se discute sobre temas de gerencia, productividad, visión de negocios y sobre el Compromiso Social de Emprendedores que toda empresa debe tener con su entorno. Archivos
Mayo 2017
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