Por Raúl Gorrín.- Esto es algo que le suele ocurrir a los emprendedores, quienes invierten todo lo que tienen en su negocio con el ánimo de sacarlo adelante a como dé lugar. Se trata de una posición sumamente riesgosa pues al emprendimiento se dirigen los ahorros de toda una vida e, incluso, hasta la vivienda familiar.
En esta entrega queremos advertir acerca de la inconveniencia de esto, pues aunque se tenga mucha fe y confianza en una idea de negocio, no es pertinente quedarse absolutamente desasistido. Nadie emprende con la idea de quebrar, pero la planificación pasa por prever todas las situaciones y todos los escenarios. Tal vez el emprendedor joven, sin miedo apueste todo lo que tiene a su idea y hasta cierto punto podríamos entenderlo, pero para quien ya tiene cierto recorrido y, además, tiene una familia a la que responderle, es mejor andarse con cuidado y ser precavido. Ojo, no le estamos diciendo ahora que no tome riesgos después de que en innumerables oportunidades le hemos conminado a todo lo contrario, no, le estamos haciendo un llamado a la responsabilidad para con usted y con los suyos. Es necesario protegerse y proteger sus bienes personales, hay que crear una red de seguridad que ayude a relucir el impacto que cualquier coyuntura pueda tener en el negocio. Es necesario proveerse estabilidad en el caso de que el negocio no resulte lo esperado. Dicho en leguaje criollo y llano, le estamos diciendo que no confunda la gimnasia con la magnesia. El patrimonio de su familia, de sus hijos, debe resguardarse. Una manera de protección puede ser que al momento de emprender su negocio abra también dos cuentas de ahorro personales, una para imprevistos y jubilación, y otra para el manejo cotidiano. El asunto requiere de un esfuerzo, pues para constituir un fondo de previsión será necesario reducir gastos, evitar todo tipo de lujos, cambiar en carro por uno más económico. Establezca un porcentaje de sus ingresos para alimentar estas cuentas. Puede crear otra para levantar su negocio, si así lo desea, pero ninguna debe mezclarse pues tienen fines específicos. Tal vez de la cuanta de imprevistos y jubilación pueda destinar un porcentaje a la inversión, como la compra de bonos o acciones. Es indispensable implementar un plan de austeridad previo al establecimiento del negocio. No puede dejarse vencer por la emocionalidad que lo lleve en un momento dado a destinar los fondos de las cuentas a fines distintos a los previstos. La idea es que en caso de una debacle en su negocio, siempre esté resguardado y no lo pierda todo en el emprendimiento fallido. Del mismo modo es importante contratar en seguro y buscar una figura legal que proteja el patrimonio de los suyos en caso de una eventualidad. Visita también: www.raulgorrin.org El emprendimiento humanista Los nuevos emprendedores Referencia empresarial Conciencia social Productivity and Efficiency The Entrepreneur-humanist SÍGUEME.. Google+
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Raúl GorrínBienvenidos a mi blog. En este espacio se discute sobre temas de gerencia, productividad, visión de negocios y sobre el Compromiso Social de Emprendedores que toda empresa debe tener con su entorno. Archivos
Mayo 2017
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