Por Raúl Gorrín.- Sin duda frente a toda organización hay seres humanos, como también lo son quienes conforman los equipos de trabajo. Como tales, el entorno, las circunstancias, lo personal y lo profesional pueden afectar la motivación. Es normal. El asunto clave está en saber recuperarla cuando esto sucede.
Es imprescindible lograrlo, pues sencillamente hay que seguir adelante y acometer los planes y proyectos que se tenían planificados, hay que seguir luchando por alcanzar los objetivos trazados y esforzarse día a día para lograr las metas y hacer las tareas rutinarias. Lo primero que se tiene que tomar en cuenta es que la motivación es interna, no es algo que venga de afuera. Desde el exterior pueden hacerse esfuerzos por estimularla, pero es cada ser humano, hombre o mujer, quien desde lo más profundo de sí mismo, debe insuflarse esa fuerza que requiere para sacar adelante su vida y sus proyectos. La motivación, ese combustible que lleva a los individuos a luchar por lograr sus objetivos y metas es un fenómeno interno, definitivamente. Eso sí, aclaramos que hablamos de la motivación a largo plazo, el gran impulso de vida. Hemos dicho muchas veces que podemos motivar a nuestros trabajadores, pero en ese caso nos referimos a una motivación que tiene objeto en el corto plazo. Ahora bien, cuando como ser humano enfrente estos bajones es importante, entonces minimizar el contacto con la gente negativa. Es decir, procure que nadie le eche más leña al fuego. Y aunque no es posible lograrlo en todo momento, manténgalos a raya. Si se encuentra en un momento de desmotivación lo que menos requiere a su lado es a esas personas que se quejan por todo. El siguiente paso, por tanto, es rodearse de quienes sí pueden aportarle algo, de esas personas especiales que por donde pasan recargan la energía de todo aquel con el que se tropiezan. Esos que siempre ven el vaso medio lleno y no medio vacío. Procure la compañía de quienes le impulsan a ser mejor cada día en todos los aspectos de su vida. Este momento en que se encuentra alicaído requiere que usted lea, escuche y mire cosas positivas. Así que hágase de un buen libro, dispóngase a escuchar un audiolibro o un podcast con mensajes positivos. Vaya al cine a ver una película de esas que levantan el ánimo, de las que inyectan vitalidad. Establezca prioridades y dedíquese a las cosas que debe, tiene y quiere hacer. Agéndese, pues es preciso que tenga control del tiempo y del orden en que debe hacer las cosas, de tal manera que evite el caos. La organización es vital para no perder el control. Esto le permitirá visualizar las soluciones. Haga una lista de lo que es importante para usted y vaya cumpliendo punto por punto, uno a la vez, no se atragante. En la medida en que va obteniendo logros, su autoestima va aumentando y por ende su motivación. Y algo muy importante, en momentos de desmotivación, abandone la rutina por un momento. Ahora, salga adelante y comience a inyectarle bríos a ese ánimo. Visita también: El emprendimiento humanista Los nuevos emprendedores Referencia empresarial Conciencia social Productivity and Efficiency The Entrepreneur-humanist SÍGUEME.. Google+
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Raúl GorrínBienvenidos a mi blog. En este espacio se discute sobre temas de gerencia, productividad, visión de negocios y sobre el Compromiso Social de Emprendedores que toda empresa debe tener con su entorno. Archivos
Mayo 2017
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