Por Raúl Gorrín.- La Inteligencia Emocional (IE) nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones de la vida cotidiana. También nos permite desarrollar nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, que nos brindará más posibilidades de desarrollo profesional y personal.
Las emociones son impulsos para actuar, es decir, disposiciones para la acción. Estas tendencias biológicas que están moldeadas por nuestras experiencias pasadas y nuestra educación historia personal y social guían nuestras decisiones, trabajando en colaboración con la mente racional y permitiendo o imposibilitando el mismo pensamiento. Si observamos nuestro ámbito laboral, vemos como las personas que obtienen el mayor éxito en las empresas no son siempre las que tienen más capacidades, y ni siquiera las que tienen más méritos y eficacia real. Expertos en procesos de cambio personal y coaching, coinciden en que escalar posiciones rápidamente en la empresa depende más que nada de un alto grado de IE y quienes posean este “ingrediente” serán más exitosos, se sentirán más realizados y disfrutarán del respeto de sus directivos, compañeros y subalternos. La IE es un conjunto de habilidades psicológicas que nos permiten, de un modo equilibrado, expresar nuestras emociones y entender las de los demás. Guía nuestro comportamiento y auto motivación. Nos otorga la capacidad de insistir ante las frustraciones, controlar los impulsos, y regular nuestros estados de ánimo para poder convivir con otras personas. Hay cinco pilares que sostienen la IE y que permiten ser reconocidos por otras personas en todos los ámbitos. Pero específicamente en el ámbito laboral se tienen muy en cuenta a la hora de seleccionar personas para un trabajo determinado. A continuación los describimos: • La autoconciencia, que es la capacidad para auto controlarnos y reconocer nuestras propias debilidades y fortalezas. También identificar qué habilidades y capacidades reconocen las otras personas en nosotros. • La autorregulación, en las empresas, cuando se selecciona nuevo personal de trabajo, se le da mucha importancia a las experiencias vividas, a la reacción de la persona y si fue capaz de seguir adelante. Esto es una especie de maduración, sinónimo de auto regulación. • La auto motivación: significa tener fe en nosotros mismos, en lo que se es capaz de lograr para así poder convencer a los demás. Es una actitud ante la vida y debe lograrse y formarse desde pequeños. La persona que no cree en sí mismo tendrá muchas dificultades en lograrlo en la adultez. • La empatía: es la capacidad de poder ponernos en el lugar del otro para saber como influirá lo que yo digo sobre la inteligencia emocional del otro y la valoración del impacto. • Las habilidades sociales: si bien todos tenemos habilidades sociales porque se aprende desde el hogar, en la infancia, es bueno mejorarlas y practicarlas observando a quienes las manejan mejor. Una persona será más competente si logra relacionarse efectivamente con los demás para inducirlos a la acción requerida. Visita también: www.raulgorrin.org El emprendimiento humanista Los nuevos emprendedores Referencia empresarial Conciencia social Productivity and Efficiency The Entrepreneur-humanist SÍGUEME.. Google+
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Raúl GorrínBienvenidos a mi blog. En este espacio se discute sobre temas de gerencia, productividad, visión de negocios y sobre el Compromiso Social de Emprendedores que toda empresa debe tener con su entorno. Archivos
Mayo 2017
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