Por Raúl Gorrín.- Los modelos, los paradigmas, están cambiando, vaya que lo están. Por ejemplo, del viejo esquema del gerente autoritario y mandón que imponía su voluntad y ante el cual todos los empleados temblaban pues pedía que cada día aumentaran más y más las ventas, hemos pasado al gerente de la felicidad.
Sí, así mismo como lo leen. Son ejecutivos dispuestos a escuchar a sus empleados, y a atender sus planteamientos y propuestas respecto a cómo desarrollar las tareas en la organización. El CHO o Chief Happiness Officer o simplemente el gerente de la felicidad como ya lo hemos denominado al principio de estas líneas, es quien se encarga de la gestión del grado de satisfacción de los empleados en el seno de las empresas o emprendimientos. Y es que las organizaciones que se están anotando en esta nueva tendencia de los recursos humanos, entienden que un trabajador motivado y feliz es más productivo, proactivo y más comprometido con los objetivos de la empresa. Está comprobado científicamente que así es, no son cuentos de camino. Se ha determinado que los empleados felices son 12 por ciento más productivos. Entonces, el gerente de la felicidad trabaja dentro de la organización para optimizar el bienestar y la satisfacción de los empleados, procura retener el talento comprometido. Esta figura nació en Chile, en el BancoEstado Microempresas, BEME, cuando la alta dirección decidió trabajar en pos de incrementar la felicidad de sus empleados. Surgió así la Gerencia de la Felicidad y desde allí se impulsó la visión de que todos los trabajadores son importantes y de hacerles sentir bien en los cargos que ocupan. Allí la labor de los recursos humanos cambió de rumbo y se dirigió a la atención integral del trabajador. La gerencia de la felicidad promueve el feedback o retroalimentación entre jefes y empleados, quienes constantemente se evalúan unos a otros. Dentro de esta nueva visión, el liderazgo empresarial debe apuntar no solamente a vigilar el cumplimiento de los resultados, sino también de velar por el cuidado de los empleados a su cargo. Hay que fomentar una relación horizontal dentro de las organizaciones, profesa la gerencia de la felicidad. Otro objetivo de la gerencia de la felicidad es la conciliación entre lo laboral y lo personal, el equilibrio. Generar condiciones para que los trabajadores no tengan que optar por el desarrollo profesional por encima del personal. Por su parte, el empleado debe entender que su trabajo tiene un objetivo que va más allá del mero incremento de la productividad y el rendimiento, sino que también tiene un aporte social. Del mismo modo, un trabajador feliz es uno con una gran capacidad de resiliencia, capaz de hacerle frente a los conflictos y dificultades y sobreponerse con éxito. El gerente de la felicidad diseña y pone en práctica políticas de motivación, fomenta el respeto en el ambiente de trabajo, desarrollar canales de comunicación con el personal, atiende las preocupaciones e inquietudes de los trabajadores, trabaja en pro de ambientes libres de estrés, anima a los empleados permanentemente, promueve que la imagen de empresa feliz trascienda hacia los clientes. Visita también: El emprendimiento humanista Los nuevos emprendedores Referencia empresarial Conciencia social Productivity and Efficiency The Entrepreneur-humanist SÍGUEME.. Google+
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Raúl GorrínBienvenidos a mi blog. En este espacio se discute sobre temas de gerencia, productividad, visión de negocios y sobre el Compromiso Social de Emprendedores que toda empresa debe tener con su entorno. Archivos
Mayo 2017
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